¡Nuestros viñedos!
La vida en la naturaleza sigue su curso, ya sea en el monte, el valle, el bosque o en el viñedo. Cada espacio comparte algo único, pero a la vez tan distinto de cada uno, la Biodiversidad.
Por definición, la biodiversidad comprende la variedad de ecosistemas y diferencias genéticas de cada especie; múltiples formas de vida cuyas interacciones con el resto del entorno fundamentan el sustento de la vida sobre el mundo.
Esto se traduce a que cada uno de nuestros viñedos cuenta con un ecosistema distinto y una diversidad propia al de los otros viñedos, aportando características particulares a los racimos de uva que se convertirán en vino, y manteniendo la vida biológica durante todo el ciclo de la vid.
¡Nuestra biodiversidad!
Además de estar situados a escasos 500 metros del mar, nuestros viñedos también se ven rodeados de bosque: acacias, robles, pinos marítimos, alisos, encinas, álamos, nogales, eucalipto, higuera y cañas, entre muchos otros.
Primavera.
Tras el desborre y brote de las yemas, la viña despierta y la vida a su alrededor no se queda atrás, comienza a florecer y a trabajar.
Fresas silvestres, carrasquillas azules, manzanilla real, se encuentran en esta época del año en nuestros viñedos.
Fresas silvestres, carrasquillas azules, manzanilla real, se encuentran en esta época del año en nuestros viñedos.
¡Cada viñedo tiene sus flores particulares!
Los pequeños trabajadores de campo llegan al viñedo para equilibrar el ecosistema.
Estos puntitos rojos son ácaros de la familia Phytoseiidae, que actúan contra plagas dañinas.
¡Naturaleza viva!
Mantenemos la naturalidad del ecosistema, aplicando infusiones de Manzanilla para fortalecer nuestras viñas.
